Artículo del día

CARTAS A MARÍA (4)

Mosaic depiction of Christ's body being in the arms of the Virgin Mary

Teniendo Jesús 12 años se quedó en el Templo mientras María y José regresaban a Nazaret. María, cuando lo encontraste, no disimulaste tu desolación. “Angustiados, te andábamos buscando”, le dijiste.

-.¿Qué sentiste, Madre, al perder a Jesús?

Dolor sin culpa por las veces que tú, hijo, tienes culpa sin dolor…

Desolación paciente, sin queja. (Oh, esas quejas que tanto molestan a Dios…)

Sólo unas lágrimas rebeldes se deslizan por mis mejillas febriles. “¿El cáliz del dolor no lo he de beber si me lo envía mi Padre?”

-.Pero buscabas, como cierva sedienta, a tu Hijo perdido.

Desolación humilde, temerosa, como si la pérdida del Hijo fuera culpa tuya.

-.Tú que, madre providente, velas por millones de hijos, presentas al Padre tu “culpa”…

Madre desolada, que te recuerde en mis rojas impaciencias, cuando en medio de mis negligencias, pido consuelos, cuando espero que el hermano dolorido venga a mí, sin yo acercarme.

Juan López

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Noticias Cristianas

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