Es la conclusión a que llega el P. Alonso Rodríguez: a través dl silencio.
“El silencio no nos ayuda solamente a aprender a hablar con los hombres; es también muy necesario para aprender hablar y tratar con Dios. San Diádoco, tratando del silencio, dice: “Grande y excelente cosa es el silencio, porque es madre de santos y levantados pensamientos”. Si queremos tener siempre buenos pensamientos y oír las inspiraciones de Dios, tengamos silencio y recogimiento. Porque así como unos son sordos por un defecto que tienen en el órgano del oído, y otros no oyen porque hay mucho ruido, así también el ruido y estruendo de las palabras y cosas y negocios del mundo impide y nos hace sordos para oír las inspiraciones de Dios y caer en la cuenta de lo que nos conviene.
Dios quiere la soledad para tratar con el alma, y hace grandes favores al alma que se recoge de esta manera.
¿Y cómo es la soledad que Dios pide? Dios es Espíritu, y no cuerpo, y así pide soledad espiritual y no corporal. “Poco nos aprovechará la soledad del cuerpo, si no hay soledad y recogimiento del corazón”, dice san Gregorio. Quiere el Señor que dentro de nuestro corazón hagamos una morada y una celda para tratar con Dios, y para que Él pueda conversar con nosotros, y para eso no es necesario que nos hagamos ermitaños, ni que huyamos del trato y de la conversación con el prójimo.
Si queremos andar siempre devotos, dispuestos y preparados para entrar fácilmente en oración, tengamos silencio. Cuando uno habla mucho, todo el calor de la devoción se va por la boca, luego se derrama el corazón y el alma es desamparada de buenos pensamientos.
La conclusión es: si queremos tener mucho tiempo desocupado, y ahorrar muchos ratos para tener oración, tengamos silencio y veremos cuánto tiempo nos sobra para tratar con Dios. Como dijo un Santo: “Si te apartases de pláticas superfluas y de andar en balde y de oír noticias y murmuraciones, hallarías tiempo para pensar buenas cosas. Pero si eres amigo de hablar y derramarte por los sentidos, no te espantes de andar siempre sin tiempo”.