Este gran pedagogo llamado Juan Bosco aplicaba a los niños la sencilla forma de enseñanza que enseñó Dios a Moisés cuando le entregó los Diez Mandamientos: fórmulas escuetas y claras, fáciles de retener y en consecuencia de memorizar. Precisamente porque a todos los hombres nos queda algo de niños me he atrevido a trasladar aquí unos puntos de vida espiritual que san Juan Bosco dio a sus alumnos.
1.- DIOS ES NUESTRO AMO. No el demonio, ni los hombres, ni nosotros mismos.
2.- UNA SOLA ALMA. Si se pierde, todo está perdido.
3.- ¡PERDIDO PARA SIEMPRE! Si muriese en esta noche, ¿a dónde iría?
4.- ¿QUÉ HE HECHO POR EL ALMA? ¿QUÉ PUEDO HACER? Examen del pasado.
5.- GRAVEDAD DEL PECADO MORTAL. Porque nos hace enemigos de Dios, nos priva del paraíso, nos condena al Infierno.
6.- IDEM.- Nos expone a muchos males aun temporales. Por ejemplo, Adán y Eva arrojados del paraíso; Lucifer; el diluvio etc.
7.- PECADO DE ESCÁNDALO.- Ejemplo del Salvador.
8.- MUERTE CIERTA E INCIERTA
9.- REMORDIMIENTOS EN EL MOMENTO DE LA MUERTE del pecador.
10.- PAZ EN EL MOMENTO DE LA MUERTE DEL QUE VIVE BIEN. Savio, Magone, Besucco.
11.- UNA BUENA CONFESIÓN, con propósito firme.
12.- UNA BUENA COMUNIÓN, con promesa de recibirla a menudo.
Y el Santo terminaba con estas palabras: Y ESTO HAY QUE CUMPLIRLO.
Jaime Solá Grané