El mundo no le gusta escuchar términos como oración y sacrificio; por esto, la jerarquía busca palabras nuevas. Al hablar de PROXIMIDAD –estar en y para el mundo- podría parecer que se desprecia la vida de los monjes, en especial de los más solitarios, tomando como base de que el alejamiento de las personas no fue el estilo de Jesús ni de sus apóstoles. Es cierto que Jesús y sus discípulos estuvieron muy cerca de los necesitados, curándolos y escuchando sus preocupaciones y quejas. ¿Quiere la Iglesia decir que los siglos anteriores, desde los primeros ermitaños, pasando por san Benito, san Bernardo, y tantos… hasta las monjas de Santa Maravillas de Jesús de hoy día, se han equivocado?… No creo. Como mucho dirá que “eran otros tiempos” y que la evangelización tiene que cambiar de rostro.
Sin embargo, debe cuidarse mucho lo de la PROXIMIDAD, porque implica riesgos… Recordemos el reciente caso de Mons. Novell.
Hoy tiene que haber MISERICORDIA, que abra un horizonte de esperanza a todo pecador, que quiera de verdad cambiar de vida.
Hoy tiene que haber TERNURA, porque es la demostración del amor. Aunque deberían evitarse todo tipo de manifestaciones cariñosas.
Por favor, cuidemos los cambios. La Iglesia necesita más Obispos santos que innovadores.
Jaime Solá Grané