Artículo del día

JESÚS LLORA POR TI… COMO LLORÓ POR JERUSALÉN

Seamos realistas. Jesús lloró por Jerusalén porque sabía que sería destruida ¡Y cómo! Lean la descripción hecha por Flavio Josefo, un historiador no cristiano, del cumplimiento de la profecía, por medio de Tito el general romano que luego sería emperador.

Escribe Chaignon:  “Si aquel día, Jerusalén, abriendo finalmente los ojos a la verdad, hubiese recibido a su Salvador con la misma buena voluntad con que la muchedumbre le aclamaba, si todos sus habitantes hubieran tomado parte como debían en aquel triunfo… la victoria de Jesucristo habría sido completa y hubiera dado libre desahogo a su júbilo en vez de derramar lágrimas. Jerusalén habría sido para siempre la ciudad predilecta del Señor y la reina de las naciones.”

“Del mismo modo. Por ceca que esté de caer en el abismo, que no pueda volver a Dios y recobrar la paz; pero es menester que quiera.  Jerusalén rehusa empedernida. No quiere considerar los bienes que pierde, ni los males que atraerá sobre sí, ni los crímenes con que está manchada, ni tampoco el que va a cometer.  Desprecia la oportunidad de salvarse, ¡qué sucederá? Los días de la ira sucederán a los días de la clemencia. La eternidad de Dios vendrá a reemplazar el día del hombre; visitará indignado a los que rehusaron recibirle cuando iba a visitarlos con amor.”

Estamos ya terminando el mes del Sagrado Corazón de Jesús, el mes de junio.  En medio del júbilo que han sentido los devotos de su Corazón, especialmente el día del Corpus, la realidad es que la inmensa mayoría ha resistido a las lágrimas de un dios, como ayer los judíos resistieron a las lágrimas de Jesús en Jerusalén. Termina Chaignon: “Ante la vista de tales lágrimas hazte cargo de la desdicha  de la impenitencia, del desorden de las pasiones, de la malicia del pecado, de la locura de los placeres del mundo…pero sobre todo hazte cargo de la caritativa compasión del Corazón de Jesús. Al considerar esta aflicción tan profunda, ¿cuál será el exceso de su ternura para con los hombres, y con qué dolor verá perderse a los pecadores? Pídele la gracia de llorar con Él  la triste suerte de esas almas que Él ha amado hasta derramar toda su Sangre por salvarlas, y que, sin embargo, no lo conseguirá ni aun muriendo por ellas… Trabaja sin descanso; pide y procura que pidan por la conversión de los pecadores.”

 

About the author

Noticias Cristianas

A %d blogueros les gusta esto: