Artículo del día

MES DE MAYO, MES DE MARÍA  (Día 25)

María en sus recreos.

La vida de María era sencilla, común; por esto, quien no hubiese podido penetrar en lo interior de su alma, o entender  la causa de la sonrisa habitual de sus labios y de la paz que irradiaba su rostro, no hubiera visto en Ella sino una mujer más amable, más animosa, más afectuosa que otras, pero habría quedado admirada si se le hubiese dicho: Es la Madre de Dios.

María trabajaba, María oraba, María descansaba, María se recreaba, y en las horas de descanso y asueto, eran tan santa y agradable a Dios como en las horas de oración.

María en su infancia cedía gustosa a las exigencias de sus compañeras, sufriendo los caprichos de unas, mezclándose, para contentarlas, en los juegos inventados por las otras, no rehusando jamás un servicio n i una buena palabra, y sobre todo, no dejando pasar ningún recreo sin hacer bien a alguien.

María en su adolescencia se mostraba siempre y en todas partes reservada, buena, modesta, graciosa, prudente, delicada, sobre todo en cuanto a la caridad; recordaba las obligaciones sin herir el amor propio; jamás perdía la presencia de Dios.

María siendo Madre de Jesús, jamás dejaba a su amadísimo Hijo; junto a Él descansaba; junto a Él buscaba alivio a su trabajo; junto a Él sonreía, mostrándose modelo del cariño afectuoso y respetuoso que debe tener toda madre cristiana.

¡O María! Ocupa mi pensamiento en las horas  de descanso. Sea yo amable para con todos, solícito, afectuoso, circunspecto, domine  siempre en mí el deseo de hacer el bien.

Mons. A. Sylvain

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Noticias Cristianas

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