¿Se puede ser inmensamente feliz en el Cielo y a la vez tener la mirada triste cuando María nos mira? ¿Se puede ser Reina del Celo, rodeada del amor infinito de Dios y del amor agradecido de ángeles y de santos y a la vez ser Reina de la Tierra, llena de maldad, envidias, lujurias, guerras y odios?
No tengo duda que la Virgen como Madre de Dios es impasible; pero a la vez como Madre de los hombres que vivimos con el pecado a cuestas, de alguna manera tiene que sufrir. No sé cómo es el dolor que se refleja en su mirada triste. Pero si tiene así la mirada es porque nos ama.
Ve nuestras malas obras. No creemos en Dios y por supuesto nada esperamos de Él. La blasfemia no sólo está en la boca sino en toda tipo de comunicación social. Todos los días son “buenos” para pecar especialmente los festivos. Las familias están rotas, el adulterio al orden del día, las convivencias, los matrimonios entre invertidos, los crímenes especialmente los del aborto y de las guerras, los robos y defraudaciones, la mentira elevada a categoría social y practicada y reverenciada por todos etc…
Pues, ahí está la razón de la tristeza de una Madre que no puede ver que sus hijos se condenan a sufrir por toda la eternidad y ELLA NO SUFRIR.
Sí, María sufre por la inmensidad de los hombres que cada día mueren y van al INFIERNO POR TODA LA ETERNIDAD.