Artículo del día

LA BLASFEMIA

Precisamente porque somos hombres conocemos nuestra debilidad y la facilidad con que caemos en muchos pecados especialmente los más propios de la carne. No soy sacerdote. Ignoro por tanto los secretos de conciencia de los hombres. Pero me basta la razón natural para comprender que ninguna satisfacción puede comportar para el hombre blasfemo, este terrible vicio. Quizá se podría concebir lo que se llama el placer de la venganza. Es la ira cuando va destinada a un hermano que te ha hecho daño.  Pero, ¿qué placer se `puede hallar injuriando  a Dios, al que ningún daño le puede hacer su criatura?

Los demonios odian a Dios, pero no se atreven a blasfemar su Santo Nombre. De donde se deduce que el blasfemo es peor que un demonio. Éste se vale del hombre blasfemo para hacer lo que el mismo demonio no puede hacer. No cabe MAYOR PECADO.

Sé de personas que palidecen, se quedan sin fuerzas, cuando escuchan una terrible blasfemia.  Hablando en cierta ocasión con un importante empresario, soltó éste una horrible blasfemia. El señor que me acompañaba palideció de tal forma que el empresario preguntó si se encontraba mal. Yo le repliqué sencillamente:

-. Es por lo que usted acaba de soltar.

Se quedó mudo y el silencio duró unos segundos. La reunión terminó en minutos.

Jaime Solá Grané

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Noticias Cristianas

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