Artículo del día Para vivir feliz

EL CRUCIFIJO

Por la noche, cuando todos duermen en la casa, entro pausadamente en mi estancia, y se encuentran mis ojos con su dulce mirada; de Él a mí irradia algo de divino, que me serena y tranquiliza, y me digo:

Desde allá arriba te mira tu Salvador.

Cuando por la noche, privado del sueño por los disgustos y sinsabores de la jornada, paso revista a mis pen as, a mis decepciones, a mis temores, y los veo alzarse, tumultuosos y agobiadores, ante mi inquieta fantasía, se elevan mis ojos a la sagrada imagen, y a la débil claridad de la lámpara, la veo inclinada hacia mí, y serenado y reconfortado, me digo:

Desde allá arriba te mira tu Salvador.

¡Cuántas veces, en las horas terribles de la duda, cuando mi alma, turbada por las injusticias de la vida, conmovida por los dolores que padecen los Santos y la prosperidad de los que los persiguen, se pregunta ansiosa dónde está el bien, dónde el mal, dónde la justicia divina… entonces, a punto de dudar de Vos, oh Dios mío, se eleva mi mirada hacia vuestra imagen bendita, y me digo:

Desde allá arriba te mira tu Salvador.

Cuando, enfermo, me agito en mi lecho, presa de la fiebre, y, falto de sueño, oigo dar las horas, unas tras otras, con desesperante monotonía, y siento que la queja y la murmuración invaden todo mi ser y suben a mis labios… elevo los ojos hacia el Paciente, que soportó dolores mucho mayores que los míos, desciende hasta mí, como un rayo divino la suave resignación, y me digo:

Desde allá arriba te mira tu Salvador.

Permanece siempre a la cabecera de mi cama, la imagen venerada de mi Salvador Jesús

Permanece allí para consolarme, para consolar también a los que amo el día en que la muerte venga a invadir poco a poco todo mi ser, a poner rígidos mis miembros, a paralizar los latidos de mi corazón, a dejar que mi alma vaya a echarse dulcemente, conducida por la Santísima Virgen María, en los brazos de su Dios.

Entonces, vosotros todos, a quienes tanto he amado; decidme:

Desde allá arriba te mira tu Salvador.

 

Mons. Adriano Sylvain.

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Noticias Cristianas

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