Artículo del día Para vivir feliz

 EL ARTE DE MOLESTARSE

En la serie de las Bellas Artes, no está comprendido el arte de molestarse.

Es menos brillante, menos atractivo, lisonjea menos que la pintura y la música; pero ¡cómo hace a uno más amable, más abnegado, más amado, más útil, y sobre todo, más santo!

Además, molestarse ¿no constituye una de las necesidades de la vida? ¿No es verdad que si padecemos tanto, si murmuramos tanto, si nos quejamos de todo y de todos, si hacemos desgraciados a los que nos aman, es porque no hemos aprendido a molestarnos?

Molestarse es:

Apartarse un poco para hacer puesto a otros; Privarse de una bagatela que otro ha deseado; Soportar una contrariedad para ahorrarla a otro;

No quejarse demasiado para no importunar a los demás;

Aceptar sin despecho una opinión opuesta a la nuestra; Tener habitualmente en el alma el deseo de complacer a los demás;

Molestarse es tratar de poner en práctica estas palabras de Jesucristo: Renunciarse, aceptar en paz las crucecitas diarias, llevarlas sin hacer demasiada ostentación de ellas.

Es convertirse, sin que nadie lo advierta, en esa pequeña hostia de que habla San Pablo, hostia viva, santa, amable a los ojos de Dios.

Sed mi Maestro, oh Jesús, y enseñadme el arte de molestarme.

Mons. A. Sylvain

About the author

Noticias Cristianas

A %d blogueros les gusta esto: