Artículo del día

EL REMEDIO PARA QUE HAYA VOCACIONES SACERDOTALES

Me gustaría preguntar a un adolescente camino de la juventud: ¿qué ilusión tiene usted? ¿Yo?… Disfrutar, reír, bailar, beber…

No le pregunto eso, sino  en qué sueña para llenar su vida.

¿Yo?… Repito, quiero reír, bailar, cantar, emborracharme, abrazar…

Me dirijo a uno que parece más serio.

¿Yo?…Hacer deporte, carreras de  coches, de motos, de bicis… excursiones, tener amigos, charlar…

Y todos han estudiado, hoy diríamos se han formado, en colegios llamados “religiosos·”…

Un grupo de laicos rezan cada primer sábado de mes para que no sigan disminuyendo las vocaciones al sacerdocio. Incontables rosarios… Pero la realidad es terca: cada año menos vocaciones y menos sacerdotes. Cada vez llegan menos y los que llegan ¡qué Dios nos ampare!

Esta buena práctica piadosa no es suficiente. Así como el movimiento se prueba andando, así la vocación del joven viene del ejemplo.  ¿Qué ilusión para seguir la vocación sacerdotal transmite el sacerdote de hoy y ya no digamos el religioso?

Para vivir una existencia tranquila y cómoda, “más vale disfrutarla bien”,  piensan los jóvenes que he preguntado. Y son consecuentes.

No es tan difícil conseguir vocaciones al sacerdocio. Ya Jesús  enseñó el camino. Nada de comodidad. Él, siendo Dios, estuvo cuarenta días en el desierto.  Si queréis aspirantes verdaderos al sacerdocio, ofreced hambre, dolor, sacrificio, sed, soledad, noches sin dormir… Lo que Jesús tuvo en el desierto.   ¿No veis que en cuanto a comodidad, paz, satisfacciones… el mundo siempre os ganará? Esta es la razón por la que los sacerdotes de hoy son tan mediocres. Formados en la mediocridad, no pueden dar lo que no tienen.

Jaime Solá Grané

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Noticias Cristianas

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