Artículo del día

¿Qué queda?

Sentir vergüenza propia de llamarse uno cristiano al contemplar los martirios de nuestros gloriosos antepasados mientras nosotros no soportamos la más leve molestia o injuria.

Mártires:

  1. unos molidos por los dientes de las fieras;
  2. otros quemados vivos, entre alaridos de dolor, iluminaban de noche cual antorchas humanas o como candelabros vivos en los jardines de Nerón en sus imperiales orgías;
  3. los que sentían el plomo derretido sobre sus carnes;
  4.  incluso hubo quienes sufrían el tormento de la fosa, metidos cabeza abajo en un pozo para que la sangre saliera poco a poco por los ojos, la boca, las orejas, teniendo el mártir una campanita al alcance de la mano: bastaba tocarla como señal de apostasía y terminar la tortura…

Podríamos continuar, pero lo importante es: ¿qué queda de este amor doloroso en el cristiano de hoy?

Jaime Solá Grané

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Noticias Cristianas

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