Sacrificarte y sonreír.
Callar y sonreír
Andar despacio, vencer la prisa y sonreír.
Hacer la voluntad ajena y sonreír.
No tener nada y sonreír.
Ser el último y sonreír.
Fallarte y sonreír.
Ser olvidado y sonreír.
Ser ridiculizado y sonreír.
Sonreír es ciertamente un programa de vida cristiana.
Jaime Solá Grané