Meditación del día

8 de enero

Ss. Apolinar ob; Luciano pb; Teófilo de; Maximiano, Julián, Eladio, Eugeniano mrs; Severino, Paciente, Máximo, Erardo, Alberto obs; Severiana absa; Jocundo d.

Introito

Para que seamos verdaderos devotos de la soberana Virgen y vengamos después de esta vida a gozar de su vista y bienaventurada compañía en el cielo, y en esta vida seamos muy favorecidos y ayudados de ella, es menester que sepamos sus virtudes y las imitemos. Porque aunque es verdad que es tanta la piedad de esta Señora, que muchas veces ha traído con su intercesión a pecadores muy ajenos de virtudes y muy olvidados de ella; mas después de llamados y avisados, quiere que usen de este medio de imitarla con la buena vida conforme al estado y a las fuerzas de cada uno, y si no lo hacen, pierden como ingratos la misericordia recibida (Francisco Arias).
Traed siempre delante de los ojos, como pintada en una imagen, la virginidad y la vida de la bienaventurada Virgen María; en la cual, como en un espejo, resplandece la hermosura de la castidad, y la forma y modo de ejercitar cualquiera virtud. De aquí habéis de tomar los ejemplos de bien vivir, donde, como en dechado, hallaréis magisterios expresos de toda bondad, y que os enseñarán lo que habéis de corregir, y lo que habéis de huir, y lo que habéis de abrazar (S. Ambrosio).

Meditación: PARA HACER UNA SANTA COMUNIÓN

Comunión es el Sacramento en que recibimos al Cuerpo y Sangre de Cristo bajo la especie de pan en la hostia consagrada.
Hay obligación de comulgar una vez al año. Pero el Papa y la Iglesia nos enseñan que Jesucristo desea que, a poder ser, comulguemos todos los días, lo más que podamos. Lo mismo los hombres que las mujeres y niños. La mejor devoción de los cristianos es oír misa todos los días y comulgar en ella. Para poder comulgar se necesita de parte del alma estar en gracia de Dios, no tener pecado mortal. No es obligatorio el no tener pecados veniales. Los pecados veniales se quitan en la Comunión.
De parte del cuerpo se necesita no haber comido nada ni bebido una hora antes, a excepción de agua y medicinas. Además conviene que antes de comulgar nos enfervoricemos con actos de fe, esperanza y amor, con oraciones y consideraciones piadosas. La mejor preparación para comulgar bien es tener buena vida.
Cuando no se oye misa antes, basta prepararse con unos diez minutos, y aún menos, si no se puede más.
Para dar gracias conviene emplear como un cuarto de hora rezando algo al Señor que hemos recibido.

Oración

Gloriosísima Reina, soberana y poderosa Emperatriz, muy noble Madre y juntamente Hija de Jesucristo; raíz de Jesé radiante de belleza, Vara florida y frondosa, regada por las abundosas aguas de la divinidad. Encendida con el soplo del austro quedaste fecunda; el Aquilón huyó de ti, y tu renuevo fue de bendición y gracia. Estremecida quedó en sus más profundos senos el alma del justo José contemplando estos misterios; pero el alto secreto del Rey que había entrado en el alma, no volvió a pasar por los labios y encogiendo las alas de su ser, glorificó a su esposa y la reverenció como a su señora. Los cielos enviaron el suspirado rocío; las nubes, hinchadas por fecunda lluvia, se desataron y abocaron sobre el seno de la Virgen todas sus riquezas. Y ¡oh incomparable prodigio! de una estrella nació un sol, y de una doncella más pura que los cielos nació el gran Rey de gloria. ¿Quién, pues, ¡oh Virgen bendita! no pregonará tu dignidad y no cantará alabanzas en honor de tu nombre? Míranos con ojos piadosos, sobre todo cuando nuestra nave deje las arenas del desierto y aborde a las eternas playas (De una antiquísima prosa de la Liturgia eclesiástica).

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