Artículo del día

El Juicio de Dios

Se dice que para todo hay remedio, menos para la muerte .Es cierto. Si se quema una casa, se edifica otra. Si un río sale de cauce, se le ponen diques. Si se pierde un pleito, no faltan amigos que ayuden… Pero la muerte  no admite recurso. Las lágrimas, los lamentos, las súplicas, el crédito, las riquezas, la ciencia, todos los esfuerzos del espíritu humana son incapaces de volvernos la vida. Ha pasado el tiempo de los juegos, de las diversiones, de las playas…Sólo queda el tiempo del juicio, donde el Eterno juzga a los míseros mortales.

Ahora sois un gran político, o presidente de una multinacional, un gran científico, un artista incomparable,  obispo o Papa incluso. Esta realidad os parece inconmovible.  Los aplausos os acompañan.  Os llueven las distinciones y premios… Todos vuestros días están ocupados, llenos, marcados con el sello de la historia. Contempláis a los fracasados como inútiles, que deshonran la vida porque han caído en la inutilidad… Pero en el lecho de la muerte, en aquel momento en que el mundo huye y la eternidad  se aproxima, se abrirán vuestros ojos y cambiará la escena. La realidad que ahora vivís,  veréis que era mentira. Vuestra vista recobrará el tamaño de los objetos: lo que os parecía grande lo era para el mundo, para la gloria,  para la fortuna o riqueza… pero ahora es NADA. Estáis pobres y desnudos ante el juicio de Dios.

 

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Noticias Cristianas

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