Navidad, buen tiempo para meditar que Jesús no era sensual en sus comidas. Creo que a los católicos, en general, nos falta austeridad y moderación en la comida. Es un contra sentido que Navidad sea un derroche de caras bebidas y de abundantes manjares bien condimentados Jesús no era murmurador en sus conversaciones. Parece que la murmuración es algo más que un divertimiento, un “para hablar de algo”. Es el desfogue de una aversión, pequeña o grande, que sentimos contra una persona o un grupo. Estamos en tiempos en que es muy fácil sentir aversión contra determinados estamentos como políticos, funcionarios… y la sana crítica se convierte en murmuración, cuando no es calumnia…..Jesús no era impaciente. Parece que es verdad que la pandemia nos ha hecho “pacientes forzosos”. Jesús no era susceptible ni inmortificado en su conducta.
Pero sobre todo Jesús rezaba. Sí, claro que haría mucha oración mental tan ensalzada por los santos directores espirituales. Pero recuerdo como nos enseñó la oración vocal del Padre Nuestro, como en Getsemaní su oración de súplica era vocal…San Juan Bosco decía refiriéndose a sus muchachos: “Aun cuando rezaran materialmente y distraídos, mientras pronuncian las palabras… Las mismas palabras que dicen materialmente sirven para tener al demonio lejos de ellos “.
