Si quieres ser de verdad imitador de Cristo, da amor y no esperes ser correspondido ni en amor ni en gratitud.
Amar a tus hermanos, los más cercanos primero, -o sea servirles- pero no esperar ser correspondido.
Al contrario, muchas veces serás blasmado por los mismos que amas y sirves. Dios nos da el sol que a todos calienta pero ¡cuántos se irritan porque les quema demasiado!
Sirve -la mejor forma de amar- pero después quédate totalmente indiferente a su reacción. Si esperas algo siempre quedarás defraudado.
Todo esto que el mundo llama «amistad», «diálogo», «convivencia»… son tonterías. Cuanto más ames a los hombres, más experimentarás que el amor de retomo no existe. Pero como nadie quiere reconocer esta realidad, nos engañamos con sucedáneos.
¿Correspondieron a los milagros de Jesús sus miles de beneficiarios? Al pie de la cruz había 4 ó 5 personas.
Ya lo sabes, hermano, la mejor manera de dejar de amar -de servir- es esperar algo. El que nada espera de los hombres nunca queda defraudado.
Jaime Sola Grané