El tan reputado como desgraciado Dom Hélder Cámara pronunció, entre otros muchos disparates, estas dos frases antológicas:
“Considero digno del mayor respeto a quienquiera que, en obediencia al dictado de su propia conciencia, opta por la violencia armada”
“Blaise Pascal me ha enseñado que quienes pagan con su sangre sus convicciones son sinceros y merecen respeto”
La terrible situación que vive y ha vivido la gran mayoría de los habitantes del Brasil y en general de América del Sur, difícilmente puede justificar frases como éstas. El terrorismo no está nunca justificado.
El terrorismo producto de la violencia armada sale en las noticias. Pero, ¿y el genocidio, terrorismo también, del aborto, que queda oculto en los mataderos infantiles y que no es noticia?
Las imágenes de los cadáveres del terrorismo conmueven porque entran por los ojos. Los niños muertos en los vientres de sus madres no se ven…
Pues, no, desgraciado Dom Hélder, yo no considero digno de respeto al que, en obediencia al dictado de su conciencia mata tanto si es a un político o un magistrado como si es a los no nacidos en el vientre de sus madres; ni que se ofreciera en holocausto para sostener su criminal convicción.
Jaime Solá Grané