Ahora que una pequeña parte de la sociedad cuestiona las leyes más o menos arbitrarias y caprichosas del Gobierno y de las autoridades autonómicas para hacer frente a la pandemia, es el momento de recordar que el cumplimiento de la ley ha sido siempre la razón invocada por las tiranías y regímenes autoritarios, nazismo y comunismo.
Hace años que la domesticada televisión oficial y otras subvencionadas, apoyaban la llamada asignatura Educación para la Ciudadanía, con este pretendido aserto: quien la estudia , aprende a respetar las leyes. Exactamente el mismo argumento con que se formaba a las juventudes hitlerianas. La ley es sagrada. Si el gobierno nazi ordena a los jóvenes que maten a los judíos, la ley se debe cumplir. Así todos los alemanes de aquel nefasto régimen, que cumplieron la LEY fueron ciudadanos buenos y obedientes.
Las leyes promulgadas por los socialistas, refrendadas por el Rey Emérito, y aceptadas sumisamente por los populares, permiten el aborto libre. No se obliga a abortar, o sea a matar niños en los vientres maternos, pero se permite. “¡Mate usted y no le pasará nada!”. Ésta es la Educación para la Ciudadanía que los socialistas y comunistas han hecho que los niños puedan aprender en las escuelas.
¡Menuda tiranía la que han montado los políticos con la democracia! Bueno, al fin y al cabo, también Hitler era un demócrata. También tenía su Parlamento…
Pero Dios no se ha quedado impasible ante la maldad de la inmensa mayoría de europeos que han propiciado la hecatombe abortiva. Con la pandemia, hemos entrado en el umbral de la pobreza y pronto estaremos en la pura miseria. (Menos los comercios sanitarios y de alimentación, los políticos, los funcionarios y los más aventajados pensionistas, que estas clases siempre tendrán dinero, mucho dinero ). Pero, tranquilos todos, aún falta mucho tiempo para que el pueblo sumiso a las leyes y a la policía, se rebele.
Jaime Solá Grané
