Artículo del día

Las preocupaciones de la vida

Written by Jaime Solá Grané

Refiriéndose a uno de tantos casos de corrupción, en el cual un hombre parece haber amasado una enorme fortuna, me decía una mujer eslava: ¿para qué quiere tanto dinero si al fin también morirá?

He conocido a cientos de personas de la llamada alma eslava y, generalizando por supuesto, tiene un sentido sobrenatural de la vida para mí envidiable. Uno vive amargado por sus pequeños o medianos problemas; ellos viven sonriendo, esperanzados a pesar de sus problemas humanamente insoportables: han dejado hijos y maridos, se han endeudado con altos intereses, algunos han perdido sus casas que han pasado a sus acreedores, reciben llamadas perentorias y angustiosas de los suyos abocados a la miseria. Una niña le decía a su madre por teléfono: «mamá, hace dos días que no como, me duele la barriguita pero no te preocupes voy a la escuela.»

¡Cómo me gustaría escribir la historia de estos machacados! Ya lo intenté en el libro que hace unos años publiqué sobre la miseria que vi en la zona andina «Crónica de un amor diferente». Pero apenas nadie prestó atención.

¿Qué tiene el hombre de España que, si puede, solo le interesa tener más y más? Son ilógicos, incongruentes, tanto si creen que después no hay nada («a vivir que son dos días») como si son cristianos. Una cosa nadie puede negar: la muerte. Si son ateos, ¿de qué les servirá el dinero después de muertos? Si son cristianos ¿saben el destino del rico Epulón?

Jesús, Hijo de Dios, ya advirtió sobre las preocupaciones de la vida. ¿Qué ocurre que tantos viejos, con grandes fortunas hoy, no se preocupan de la muerte, del juicio de Dios y del infierno? El gran triunfo del demonio: las preocupaciones de la vida. ¡Bendita alma eslava que sabe colocarlas en su lugar y pone en primer término el amor a Dios!

Jaime Solá Grané

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