La abominación predicha por el profeta Daniel (12-11) que es causa de la desolación que arrasa a la Iglesia, tiene muchas cabezas que iremos señalando en otros artículos; hoy empezamos por la DESHONESTIDAD, la falta de pudor, castidad y pureza que se ve, aunque no se quiera ver. Estamos ya en lo que profetizó la Virgen en Fátima, de que llegarían muchas modas que ofenderían mucho a Dios.
Y lo más triste es que nos vamos acostumbrando todos a que estas modas indecentes ya no nos molesten ni ofendan. El demonio ha conseguido que no se les dé importancia. Es así como este mal vestir llega al interior de los templos, e incluso se va a comulgar. Es así que padres de familia, de profunda formación religiosa, permiten o toleran que sus hijas vistan vestidos indecentes. Es así que incluso los colegios religiosos más estrictos permiten que las alumnas, niñas o adolescentes, lleven uniformes indecentes-
Estas situaciones , y me refiero lógicamente a los católicos ya que los que no lo son, no les alcanza ni de lejos mis palabras, parece que han sido aceptadas por sacerdotes y religiosos. Entonces me pregunto: ¿Es justo y agradable a Dios que estas mujeres vayas así mal vestidas, a hacer adoración, a rezar, a comulgar…? Si fuera así, yo callaría. Pero mi conciencia me dice que no puede ser , que ni Dios ni la Virgen pueden querer estas inmoralidades. Pues, aunque me tilden de reaccionario o de retrógado me veo en la precisión de exclamar:
“¿Por qué, vosotros, directores de colegios católicos, permitís estos uniformes de ?. ¿Por qué vosotros, padres cristianísimos, permitís a vuestras hijas que sean corifeos de Satanás?. ¿Por qué vosotras madres e incluso abuelas no tenéis reparo en ir a comulgar tan mal vestidas?. ¿Por qué vosotros sacerdotes, en base a una falsa tolerancia, no impedís la entrada en el templo a estas desgraciadas y les dais el Cuerpo del Seños, sin ningún miramiento?.
Jaime Solá Grané