Artículo del día

MISAS CORTAS, VELAS LARGAS

MISAS CORTAS, VELAS LARGAS
Written by Jaime Solá Grané

¿No llama la atención de Obispos y sacerdotes  que día a día crezca el número de personas que hacen vela ante el Santísimo en adoración perpetua? Incluso se han mantenido durante todo el confinamiento. Día y noche, con una duración de una hora por turno. ¿No les dice nada? Y ¿qué es la Hora Santa de adoración?  Es hacer compañía a Jesús en la terrible hora de Getsemaní, cuando no sólo se vio abandonado de todos sus discípulos, alejado de su Madre, la Virgen, sino incluso su santa Humanidad abandonada del Padre. En aquella noche terrible, la más negra que ha vivido la Tierra, Jesús solo recibía el desfile de almas pecadoras que iban volcando sobre Él la inmensidad de sus pecados hasta hacerle sudar sangre que quedó esparcida por el suelo. Esto han entendido la  multitud de adoradores que cada día y a cada hora se suceden en centenares de adoraciones perpetuas. Jesús en Getsemaní percibió, hace dos mil años, el cariño y el amor de estas almas. En realidad fue su único consuelo.

Pero esto que es mucho, sin embargo  es muy poco en comparación a la gloria que da a Dios una  Santa Misa. Para no excederme en el espacio me remito al folleto VIVID LA SANTA MISA que hemos publicado en N.C.

¿Qué prisa tiene el sacerdote para que la celebración no pase de 25 minutos? Nunca se atreve a rezar el Canon  Romano para no “alargarse”.  Y eso que pocos textos tienen la elevación y grandeza de este Canon. Al destinar a la Santa Misa un tiempo tan corto, ¿no se dan cuenta de que, sin querer, quitan valor a la celebración? Parece que se tiene prisa en terminar… Y en el acto de la Consagración, que debería revestir especial solemnidad , apenas tiene tiempo el fiel de adorar, dar gracias y pedir gracias… Ya sé que el listo de turno, me dirá que eso se puede hacer durante toda la Misa, pero para los creyentes tiene una especial significación  el acto de la Consagración. Es el momento de la transustanciación.

Una Misa siempre será  santa, pero creo que el fiel percibiría más su valor y grandeza si el sacerdote  rezase con unción las oraciones, silabease bien las palabras, viviese el Sacrificio y todo ello ayudaría a que la gente se acercara al Sacramento con mucha más devoción y amor. Si un adorador puede permanecer una hora ante el Santísimo, ¿qué miedo tiene el sacerdote de que los fieles le recriminen porque la Misa dure 45/50 minutos?

Jaime Solá Grané

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