Intentaremos en una serie de artículos mostrar la estrategia del Mundo para hundir la Iglesia. Cada época ha tenido el Mundo su política para vencer al que dijo: “Ánimo, Yo he vencido al Mundo”.
El Mundo presenta a los cristianos mediante hechos y actitudes extravagantes que mueven a risa y a desprecio. El ateo, el escéptico exclama: “se creían buenos, y son como todos…” Es importante para el Mundo echar por el suelo la aureola que heroicidad que los santos y mártires han dado a los cristianos. Y el mejor camino es presentarlos como hombres ridículos, con las mismas debilidades de los que no creen en nada.
Dedicamos este primer artículo al Papado. Hasta hace pocos años el Papa era atacado pero siempre temido por su fuerza enorme. Los cristianos veíamos en la figura del Papa no solo al sucesor de Pedro sino al Vicario de Cristo en la Tierra. Por ello, muchísimas personas estaban prontas al sacrificio, incluso al martirio, como en China y otros países. Era una leva continua no solo de personas consagradas; también laicos. San Juan Pablo II comprendió esta fuerza; imponía la ley divina sin restricciones, temores ni falsos diálogos. Y el mundo cristiano se mantenía compacto. Era respetado por el Adversario, el Mundo, porque éste solo comprende una cosa: la fuerza natural, que hoy se llama democracia.
¿Qué ha pasado que estemos en el ridículo diario y la Iglesia de hoy sea el hazmerreír del Mundo? Se ha creído que la figura del Papa tenía que aterrizar, tomar tierra, se hiciera muy humana, tan humana que sobresaliera por sus debilidades más que por sus virtudes. Estas debían mantenerse en el secreto mientras las debilidades son puestas en primer plano… Con esta presentación, en vez de conseguir respeto, que es lo que se pretendía con la aparente sinceridad, se ha caído en el ridículo que quería el MUNDO. Y los MCS ya se ocupan de que seamos la risa de los escépticos y ateos.
¿Qué hacer? Creo que la solución pasa por unos Ejercicios Espirituales al estilo de los de san Ignacio, pero que duren UN AÑO, en oración, mortificación y SILENCIO. Trabajar en silencio durante un año ¿será posible? Que callen desde el primero al último. Bastante ruido hay en el MUNDO, ¿para qué añadir más? Que volvamos a ser UNO, como quiere Cristo. Que volvamos a ser el ejército compacto que militaba bajo Pío XII, y resistía desde la fuerza brutal de los grandes enemigos hasta los arañazos disimulados de los falsos cristianos
Jaime Solà Grané