Artículo del día

EL MAL MENOR

Written by Jaime Solá Grané

Del santo cardenal Schuster es este texto que acabo de descubrir en la meditación de hoy. Se refiere a uno de los entretenimientos de su época: “En 22 años de episcopado nada me ha proporcionado tantos dolores y tantas preocupaciones como los cines parroquiales… Condenamos nuevamente en materia cinematográfica la doctrina del MAL MENOR. La Iglesia, santa por definición, no puede nunca enseñar el mal menor”.

Hay, sin duda, mucha falsa indulgencia al querer aplicar en todo la doctrina del mal menor.

Es conocida la excusa, en política: “Yo voto al mal menor”. Es un modo de decir: “Reconozco que yo, católico, voto al MAL”.

La sociedad está impregnada de sofismas para engañarse: “Yo entiendo y acepto el matrimonio civil como una legalización de la pareja de hecho… un mal menor, una aproximación al matrimonio canónico…”

“Yo acepto la píldora abortiva antes que la destrucción del feto en la quinta semana… siempre es un mal menor.” Yo exijo que se cumplan los supuestos legales del aborto, como un mal menor, frente al aborto libre”. “Yo entiendo que para la sociedad es mejor un político corrupto antes que un político inepto. Siempre es un mal menor…”

Podríamos alargarnos hablando de la familia, de la educación, de las empresas, del trabajo mal hecho etc., etc…

La caridad exige terminar con el concepto del mal menor. Lo que es ofensa a Dios es pecado. Y punto. Debemos clarificar las conciencias al menos de los llamados cristianos. ¿Cómo se entiende que un divorciado de un matrimonio canónico no anulado, vaya a comulgar mientras está ya en pareja de hecho y preparando su matrimonio civil? Y seguirá comulgando cuando haya formalizado ese “matrimonio” porque alguien le ha dicho: “mejor esto que dejar de ir a misa y perder la fe”. ¡NO!, mejor que esto sería cumplir con la ley de Dios que, con su gracia que nunca falta, vencerá la tentación y la pasión. Nada de “comulgar es un mal menor antes que perder la fe”.

Año de la misericordia. Tengamos la misericordia de Jesús que nos enseñó a decir siempre la Verdad, incluso cuando, como reactivo, tenía que llamar “hipócritas”, “raza de víboras”, “sepulcros blanqueados” a los fariseos. Inmisericordia es callar la Verdad para no tener problemas.

Jaime Solá Grané

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