En nuestra colección de N C figuran libros que, por sus títulos, pueden desconcertar: por ejemplo los cinco libros «PARA VIVIR FELIZ» de Sylvain, aunque no puede llevarse a engaño quien los haya leído: la felicidad en este mundo es hacer el bien por amor a Dios.
Pero, en puridad, como escribe Torras i Bages, la felicidad «es imposible en este mundo; en este mundo se ha de padecer y el peor mal que en este mundo se puede hacer al hombre es que se le haga creer que aquí puede ser feliz. En toda época en que los hombres se creen que en este mundo pueden ser felices abundan en gran manera los desesperados. Por esto los cristianos comienzan por poner como base de la vida la CONFORMIDAD, y de ella hacemos la regla suma de la santidad, de la paz, del consuelo íntimo, de la felicidad relativa que podemos tener en este destierro del mundo los que esperamos vida eterna. El paraíso en la tierra fracasó en los principios de nuestro linaje».
Llama la atención que grandes ascetas hayan puesto la Santidad en una existencia llena de abnegaciones, cilicios, disciplinas, ayunos… cuando basta la CONFORMIDAD.
Jaime Solá Grané