He recibido alucinado el pedido de CINCUENTA ejemplares del libro CASTIGOS DE DIOS, hecho por un sacerdote, gran apóstol de Cristo. Me he dado prisa para enviárselos.
De un centenar de Difusores es el único que se atreve a difundirlo. ¡Un difusor valiente! Hablar de la justicia de Dios es tan necesario como hablar de su misericordia pero mucho más difícil.
Setenta mil ejemplares hemos editado del Mensaje de la Divina Misericordia y se han agotado. Todos Gratis date. Para hablar de la Misericordia de Dios no se necesita un especial carisma. Hablan de ella desde el santo hasta el pecador empedernido que no quiere salir del pecado pero que confía en que Dios es Padre de Misericordia y por tanto cuando el pecador quiera ya el Buen Padre le perdonará. Venga misericordia para tener la conciencia pecadora y tranquila a la vez.
¿Castigos de Dios?
-. Pero ¿qué dice usted? Dios no castiga. Es Padre. Vaya a otro con el cuento y con el libro.
Así responde el 99% de los «católicos” Se necesita mucha fortaleza para propagar un libro con esté título.
¡Valiente Padre Miguel!
Jaime Solá Grané