El asesinato continuo de cristianos es un hecho tan fidedigno que nadie puede negarlo, Hay cristianofobia en todo el mundo pero en especial «en países del Oriente Medio. Desde Egipto a Nigeria, desde Libia a Corea del Norte los cristianos son amenazados, torturados e incluso asesinados por causa de su fe, Se han visto asediados, hasta ser expulsados de sus hogares, forzados a huir de una población a otra, verse forzados a renunciar a su fe o asesinados brutalmente». Acabo de transcribir palabras textuales del único político mundial que no ha callado ante el genocidio el primer ministro inglés David Cameron. Los otros políticos han callado y callan vergonzosamente. Simplemente TIENEN MIEDO del fanatismo musulmán. En vano el Papa ha pedido que la comunidad internacional no siga muda, sin hacer nada, que no mire para otro lado. También he escuchado en alguna homilía al sacerdote pedir soluciones ya. Pero no las hay.
Los gobernantes callan porque no quieren complicarse la vida. Tomar una postura beligerante es de valientes, pero ellos “son prudentes”. Enfrentarse al problema no les traerá votos y en cambio aumentarán los peligros que ya tienen con los radicales del Islam que operan en sus países, en Europa principalmente. Otra cosa sería que murieran cuatro o cinco alemanes; entonces el clamor internacional sería ensordecedor.
La sociedad calla: es un problema que no afecta a su sueldo o salario, a su hipoteca, a la cesta de la compra, o a los impuestos, y menos a sus vacaciones y comidas en restaurantes, «NO ES MI PROBLEMA». En esta frase se resume la posición de la inmensa mayoría de los ciudadanos del Estado del Bienestar.
Y ¿los Medios de Comunicación? Ja, ja, ja… Piensan todos en el Charlie Hebdo. Y a callar. No quieren segundas ediciones.
¿Y los pocos cristianos que quedan en el mundo? Rezar a Dios, ayudar aportando fondos y declararse abiertamente CATÓLICOS, a sabiendas de que tal declaración nos puede llevar al martirio. Los preferidos de Dios son los mártires. Muchos quisiéramos tener la fortaleza de estos mártires de Siria, Irak… Son los Santos del siglo XXI.
Jaime Solá Grané.