Meditación del día

… para el mes de Diciembre

Entrada

Madre de Dios inmaculadísima. Milagro de los milagros. Prenda la más gloriosa. (S. Juan Damasceno). –La carne de María habiendo sido formada en santidad, era digna de ser unida a la dignidad del unigénito Hijo de Dios (S. Basilio). Abismo tal de pureza, que sólo la divina mirada puede medir sus senos (S. Bernardino de Sena). –Augusto y glorioso es su nombre, Eva, nombre triste que termina con una maldición; pero invierte sus letras la mano del Todopoderoso y queda trocado en Ave, nombre de salud y de bendición, presagio de dichas, tesoro de paz y de suavidad (Liturgia eclesiástica antigua). –Fue cosa muy puesta en razón y conveniente que resplandeciese con una pureza tan extremada, que debajo de Dios no se pudiese entender otra mayor (S. Anselmo).
Resplandor de singular pureza, y carne no contaminada, la cual fue para el Verbo de Dios, joyero de su virtud infinita. El Verbo nació humanado del seno de la Virgen, como luz clara de otra luz clara, como tierra sana de tierra también sana (Concilio de Éfeso). –El ciego de que nos habla el Evangelio es la humanidad, y es justamente llamado ciego de nacimiento; porque ni uno de sus miembros, fuera de Aquel que nació de sacratísima e intacta virgen de quien nació Dios hecho hombre, viene al mundo exento del pecado original, que es todo ceguedad y tinieblas. (S. Cirilo Alejandrino). Inmaculada en su concepción, previniéndola Dios con tanta abundancia de gracia, cuanta era razón no había que tuviese la que era predestinada para Madre suya y quebrantadora de la cabeza de la serpiente infernal (Ribadeneira).
Abundoso torrente de santidad, huerto cerrado, fuente de pureza siempre sellada que mana sin cesar aguas de gracia; trono del verdadero Salomón que con magníficos dones ha enriquecido al alto Rey de la gloria (Liturgia eclesiástica antigua).

Meditación

SACRIFICIOS PARA NO IR AL INFIERNO

Dice Jesucristo que la muerte vendrá como ladrón nocturno, que procura sorprender al dueño de la casa en el momento en que más confiado duerme. La muerte vendrá a cortar el hilo de la vida criminal del pecador en el mismo momento en que su conciencia estará cargada de crímenes y habrá tomado la buena resolución de librarse de ellos, sin haberlo hecho todavía. En otro lugar, nos dice que nuestra vida transcurre «con la rapidez de un rayo que cruza de Oriente a Occidente; hoy vemos a un pecador lleno de vida y rebosando salud, con la cabeza llena de mil proyectos, y mañana las lágrimas de los suyos nos advierten que ya no es de este mundo, del cual ha salido sin saber por qué había venido ni para qué fin. Ese insensato vivió ciego y murió tal como había vivido. Nos dice además Jesucristo que la muerte es el eco de la vida, para darnos a entender que aquel que vive en pecado, es casi seguro que morirá en pecado, a no ser un milagro de la gracia. Es esto tan cierto, que leemos en la historia que cierto hombre hizo del dinero su dios; al caer enfermo, ordenó que le trajesen una gaveta llena de oro para gozarse con el placer de contarlo, y cuando ya no tuvo fuerzas para ello, puso su mano debajo del montón hasta que murió. De otro se cuenta que cuando el confesor le presentó un crucifijo para moverle a contrición. dijo: «Si este Cristo fuese de oro, valdría muy bien tanto…» Ah! no, el corazón del pecador no deja el pecado tan fácilmente como se cree. «Vida de pecador, muerte de réprobo». ¿Qué quiere significarnos Jesucristo, con aquella parábola de las vírgenes prudentes y de las vírgenes fatuas, según la cual las primeras fueron bien recibidas porque entraron con el esposo, mientras que las otras hallaron cerrada la puerta? Con ello quería Jesucristo mostrarnos la conducta de la gente del mundo: las vírgenes prudentes representan a los buenos cristianos que se hallan siempre preparados para comparecer delante de Dios, cualquiera que sea el momento en que los llame; las vírgenes fatuas son la figura de los malos cristianos, que creen constantemente les va a quedar tiempo para prepararse y convertirse, salir del pecado y hacer buenas obras. Así pasan la vida, y llega la muerte; pero ellos no tienen en su haber más que maldades y nada bueno. La muerte les da el zarpazo, Jesucristo los llama a su tribunal para que rindan cuenta de su vida; entonces quisieran poner en orden su conciencia, se inquietan; quisieran dejar el pecado; pero ¡ay! no tienen ni tiempo, ni fuerza suficiente, ni tal vez la gracia que sería necesaria. Al suplicar a Dios que tenga de ellos compasión y sea misericordioso. les responde que no los conoce, les cierra la puerta: es decir, los arroja al infierno. Ved la suerte de muchísimos pecadores que viven muy tranquilos en el pecado.

Oración

Eres, Señora, Arca universal de propiciación, causa de general reconciliación, vaso y templo de salud, y tales cosas eres para el mundo y para los cielos, que al querer expresarlas con mis torpes labios, más las empequeñezco que las alabo, más las confundo que las declaro. Pues eres sin igual en la virginidad; superior a toda ponderación en la maternidad; altísima en santídad. Tú trajiste al mundo a su Dios y Señor, a quien él no conocía; hicístele visible al Criador que no veía; dístele al reparador, de que tanto necesitaba en su abatimiento; pusístele entre manos al que es eterno pacto y alianza para concertarle con Dios. Por tu fecundidad, el mundo pecador logró cubrirse de justicia, el mundo condenado a muerte se levantó a la vida; el mundo perdido volvió a buen camino, en suma rompió toda cadena de servidumbre, sanó todo enfermo, y llamó a vida a quienes muertos eran y sepultados en vida (S.Anselmo).

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Jaime Solá Grané

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